Niños disfrazados corriendo aquí y allá. La alegría está presente en el ambiente. ¡Es Halloween! Pocas noches del año son tan esperadas por los más pequeños como esta. Y es entendible: un gran festín de dulces está por venir. ¡Chicles, caramelos, bombones, chocolates y mucho más! Es el sueño de todo niño, ¿cierto?

Aunque este escenario es algo cercano al paraíso para la gran mayoría de los chiquitines, existe el peligro de poner en riesgo la salud bucal debido a una mayor ingesta de azúcares, colorantes artificiales, y otros ingredientes que muchas golosinas pueden contener y que no son favorables para la salud. La buena noticia es que aunque tal vez no lo sabíamos, siempre hay alternativas saludables